jueves, 8 de octubre de 2009

caminatas

-
Jueves 8- Caminaba Carlos Calvo en la negrura. “En estos términos” me dije, “para volverme Napoleón, debería matar a una vieja usurera”.
-
Viernes 9- Caminaba Junín en la negrura. Traté de memorizar un poema que no tenía con qué escribir. Al llegar a casa, en vez de escribirlo, encendí la tele para descubrir la voz crispada de Evita. Un discurso precioso, a algunos obreros de Madrid, y quiero decir mejor que su voz era cálida, de a ratos abrasante. Por supuesto que del poema no quedaron sino sintagmas aislados. Por un momento pensé a Evita como ese tipo que interrumpió a Coleridge en plena transcripción de Kubla Khan. Quiero decir que, por un momento, me las dí de Coleridge soñando Kubla Khan.
-